El joven como ser social necesita de un grupo, que le permita desarrollarse en el ámbito de la comunicación, la coordinación, la negociación y el respeto a las leyes de la sociedad; el joven necesita aprender a resolver los diferentes tipos de conflictos que se le presenten y a la vez, le permita sentir el reconocimiento y la aceptación de los demás. El grupo sin embargo, puede también proporcionar experiencias negativas si en él actúan fuerzas que perjudican el proceso individual de autonomía del joven. La influencia positiva o negativa, que ejerza un determinado grupo sobre sus miembros, se denomina "presión de grupo".
Este tipo de presión actúa en el individuo para que éste se comporte de acuerdo a lo que otros piensan y desean. Esto es especialmente notable en la adolescencia, tiempo en la cual disminuye la importancia del núcleo familiar y se entra en una fase en la que las relaciones sociales fuera del hogar son muy intensas para estos jóvenes. Es un momento en la vida del adolescente de grandes cambios, destrucciones y construcciones. Definitivamente que aquí empieza la ultima etapa en la construcción de la conciencia, la ideología, la vida afectiva y la escala de valores.
Si el joven encuentra una buena comprensión en sus padres frente a esta nueva situación de cambio, de por sí muy natural, sabrá dar a cada ambiente a su familia y a sus amigos, la atención que merece cada uno.
Diferente es el caso en el que los padres tienen continuos reproches contra los cambios presentados por el joven, contribuyendo así a que el individuo se aleje más de la familia y busque a sus amigos de la calle con mayor intensidad, recibiendo con más facilitad las influencias de éstos, que las de su hogar. En el grupo de amigos el joven encuentra a sus iguales; ellos captan sus ideas, se identifican, son sus confidentes, consejeros y modelos a imitar; con los cuales comparte sentimientos, emociones y experiencias. En síntesis al insertarnos a una determinado grupo, aprendemos y hacemos lo que nos dará aprobación social, es decir, lo que mantendrá una actitud favorable del grupo hacia nosotros.