El odontólogo Vicente Alvarado Vásquez, jefe de Provisión de Servicios Médicos, y Priscilla Torres Espinosa, jefa de Enfermería, quienes laboraban en la comarca Ngöbe Buglé, murieron ahogados, luego que la embarcación en que iban acompañados con siete funcionarios de Salud, naufragó.
Los primeros informes se dieron a las 12: 00 medianoche del viernes, cuando se reportó la muerte de la enfermera Priscilla y la desaparición del Dr. Alvarado; mientras que los otros funcionarios estaban a orillas de la playa.
El médico odontólogo fue encontrado en horas de la mañana del sábado en las aguas del río Caña, mientras que Priscilla fue hallada en Playa Roja, en el sector Atlántico en Bocas del Toro.
Los sobrevivientes fueron el director médico de la Comarca, Guillermo Guerra; César Castillo, Elsy Pedrol, Emérita Bejerano, Tomás Villagra, Alfonso Vaz y el capitán de la embarcación, Ovidio Trotman.
TESTIMONIO
Alfonso Vaz, director regional del FIS, indicó que salieron 10 minutos para las seis de la tarde rumbo a Chiriquí Grande y llevaban 45 minutos de navegar, cuando una ola de aproximadamente cuatro metros los sorprendió y los estrelló contra el arrecife. Agregó que la lancha se volteó y las personas quedaron dispersas en el mar.
Vaz, aún nervioso, relató que en ese lugar "sólo la misericordia del Creador nos salvó, ya que era por el gusto gritar", narró.
"El ruido de las olas era tan fuerte que opacaba los gritos y nadie nos escuchaba. Pero la linterna que nos prestaron en Río Chiriquí nos salvó la vida, cuando el capitán decidió hacer señales, para ver si alguien lograba vernos y nos prestaba auxilio".
"A ese llamado de auxilio acudió el señor Benito Abrego y su hijo, y nos prestaron la ayuda. Nos llevaron a Río Caña, donde fuimos trasladados por el SAN a Chiriquí Grande.
El ministro de Salud, Camilo Alleyne, explicó que el hecho ocurrió cuando la lancha se volteó en el tramo desde el río Chiriquí hasta Kusapín, en la desembocadura del río Caña, y que la muerte de estos dos funcionarios es una pérdida irreparable para el país.
Las personas habían entrado a la comarca el pasado miércoles en una gira de salud y a su regreso tenían que navegar por tres horas para llegar a Rambala, en Chiriquí Grande, pero no fue posible.
El Dr. Vicente Alvarado trabajaba por contrato con el Ministerio de Salud desde hace varios años y aún no le habían dado su permanencia como médico.
Alvarado estaba casado y deja en la orfandad a un hijo de tres años.
La enfermera Priscilla, de 48 años tenía una hija y llevaba 26 años de servicio como enfermera.