El mandatario Martín Torrijos dijo ayer que si existiera una vacuna contra la corrupción, "ya nos hubiéramos vacunados todos".
Torrijos manifestó que hay que acabar con tanta suspicacia, porque así como vamos "nadie va a creer en nadie, porque sería como decir que todos los hombres queman a las mujeres... algo de eso hay, pero no (son) todos".
El jefe del Ejecutivo sostuvo que no todos los gobiernos y no todos los políticos son corruptos.
El mandatario también lloró al escuchar el relato de Yéssica Pérez Torres, una niña residente en Las Garzas de Pacora quien, junto a su madre y hermanos, vivió por mucho tiempo en un bus abandonado y a la que el Gobierno le entregó hace poco una casa.