El problema de las cantinas y locales de expendio de bebidas alcohólicas en la provincia de Coclé se da desde hace muchos años, ya que se otorgaban permisos para estos locales sin considerar las leyes que establecen que por cada mil habitantes se permite uno de estos locales, ley que no se cumplía y por ello el exceso de estos sitios en cada distrito, en el que sólo se excluye La Pintada, donde no se presenta dicho exceso.
REGULACION
José Carrizo, director del MICI en Coclé manifestó que desde que asumió el puesto en este gobierno el problema de la venta de bebidas alcohólicas en envase abierto ya estaba, y habría que regularlo, porque la Ley 55 del 10 de julio de 1973 establece que no se concederá licencia para el funcionamiento de nuevas cantinas en los barrios de los distritos de Panamá y Colón y el resto de los distritos de la República cuando el número de cantinas existentes exceda la proporción de una por cada mil habitantes.
Explicó que el último censo de población oficial fue en el año 2000 y cuando asumimos el cargo en el 2004 encontramos un excedente de estos locales en Coclé.
El registro del MICI en Coclé determina que según el censo del año 2000, Aguadulce tenía 39, 290 habitantes y existen 60 cantinas, con un exceso de 21 de estos locales, mientras que Antón tenía una población de 44, 039 habitantes con 78 cantinas, con un exceso de 34 locales de expendio de bebidas alcohólicas.
Las estadísticas indican que en La Pintada para el censo del 2000 hay una población de 23, 202 habitantes con 15 cantinas, único distrito en la provincia en donde no se ha registrado exceso de estos locales, no así Olá que es uno de los más pobres con una población de 5, 067 habitantes y tiene 3 cantinas de más, y Natá tiene 17, 811 habitantes con 22 cantinas, 5 de más.
En Penonomé, distrito cabecera de la Provincia de Coclé se registra una población hasta el año 2000 de 72, 448 habitantes con 86 cantinas y 14 en exceso, lo que indica que en toda la provincia de Coclé hay 77 de estos locales en exceso, pero es difícil eliminarlas porque estos registros comerciales fueron otorgados con todos los reglamentos que la ley exige y por ello no se pueden cancelar.
Aclaró Carrizo que no han dado permisos en este periodo de Gobierno para la instalación de cantinas en Coclé, ya están saturados y es un logro porque no se ha otorgado ni un permiso más, además de que existe una orden de la Gobernación de no dar permisos.
CANTINAS CLANDESTINAS
El problema de las cantinas clandestinas se da más en el área rural de la provincia, según coincidieron los alcaldes de cada distrito de la provincia de Coclé, ya que son sectores en donde no se puede estar realizando monitoreos y operativos a diario, lo que aprovechan muchas personas para crear su negocio clandestino que ni siquiera paga impuestos municipales.
En sectores como El Rosario de Penonomé, El Coco, Toabré, Tambo, San Pedro en el norte de Penonomé hay cantinas clandestinas que venden licor a todo tipo de personas, hasta menores de edad, lugares en donde se escenifican riñas, escándalos y hasta personas heridas bajo los efectos del licor.
Otro aspecto que preocupa a las autoridades es el aumento en los casos de violencia doméstica en estos sectores ya sean urbanos o rurales a consecuencia del consumo indiscriminado de bebidas alcohólicas, sobre todo en sectores apartados donde es difícil que haya presencia policial a diario.
El alcalde de Penonomé, Manuel Cárdenas manifestó que ellos en conjunto a la Policía y los corregidores de turno realizan operativos para evitar que operen estas cantinas clandestinas, sin embargo solicitó apoyo de los miembros de las comunidades para que denuncien estos casos y así se puedan desarticular estos locales brujos y evitar la venta indiscriminada e ilegal de bebidas alcohólicas.
De igual forma en los distritos de Antón, Olá, Natá y Aguadulce se presenta el problema se cantinas clandestinas, las que lamentablemente funcionan de manera discreta burlando las autoridades, ya que saben cuando se realizan los operativos y simplemente dejan de laborar cuando hay inspecciones.
QUE PASA CON LAS LICENCIAS QUE NO OPERAN
Según explicó el tesorero municipal de Penonomé, Manuel Pardo, los negocios que expenden licor y que suspenden sus actividades por diversos motivos, ellos deben comunicárselo a la tesorería municipal, según lo establece la ley el artículo 85 de la Ley 106, para que así la tesorería no le siga grabando impuestos.
"No cobramos impuestos a locales comerciales que estén cerrados y es por ello que se les pide que nos informen cuando ya no van a operar", manifestó Pardo.
Sin embargo aclaró que el hecho de que el empresario haya informado a la tesorería que ha suspendido sus actividades de manera provisional, no significa que el registro comercial haya sido cancelado, se trata de la suspensión provisional y la patente permanece vigente.
En Penonomé el impuesto a locales que se dedican a la venta de bebidas alcohólicas está por el orden de los 75 balboas, ya sea para cantinas, bares u otros locales de expendio de bebidas alcohólicas. Mientras que los locales de expendio de licor que están alejados de la ciudad están por el orden de los 25 y 50 balboas, aproximadamente.