Desde hace ya algún tiempo se viene extendiendo entre amplios sectores de la sociedad panameña, la práctica de exigir o reclamar a todos los niveles (Estado, ministerios, asociaciones, sindicatos), la presentación regular de informes de Rendición de Cuentas y de Estados Financieros, como norma y expresión más tangible de transparencia y rectitud. Sin embargo, aún existen incontables organizaciones sociales y de toda índole que se resisten a exponer, no ya a la luz pública, sino a los ojos de sus propios miembros o integrantes, los detalles e interioridades más íntimas de su gestión. Aquí no cabe recurrir al secreto o a la confidencialidad, para tratar de negar infructuosamente el acceso a la información y al escrutinio, que un verdadero Estado democrático consagra y defiende. No debe existir argumento o razón alguna válida, para impedir que con regularidad, conozcamos el comportamiento administrativo y económico de las organizaciones de las que formamos parte y que contribuimos a sostener. Cualquier demora o dilación en esta sentido, puede ser interpretado, con absoluta justeza, como señal inequívoca de que las cosas no están siendo conducidas por una senda de transparencia.
Esto explica por qué la Asociación de Empleados de la Universidad de Panamá (ASEUPA), están empeñada desde hace años para que la Federación Nacional de Servidores Públicos (FENASEP), rinda por primera vez un informe financiero pormenorizado de la gestión de su actual Secretario General, Alfredo Berrocal. Tenemos absoluto derecho y nos sobran suficientes razones para reclamar una exhibición de los gatos.
He expresado en otras oportunidades que no me seducen cargos o jerarquías y que nuestra lucha, la que hemos emprendido para revitalizar la FENASEP, es una lucha de ideas y de valores, porque para nosotros, política y ética van de la mano.
