Desde que la tecnología ha acariciado las puertas de los hogares panameños, cada vez es más fría la comunicación entre sus miembros.
¿Recuerdan cuando una madre escribía una carta a mano a un hijo que estaba en otra provincia? Eso dejó de practicarse hace mucho tiempo. Ahora existe el chat, el celular, el teléfono fijo y el internet.
Ya nadie quiere escribir de puño y letra una carta a alguien especial. Eso murió. Lo de moda es seguir los consejos de Bill Gate y abrir una cuenta de correo de hotmail para tener acceso al sistema Messenger o MSN.
Lo triste de todo es que las sonrisas se han reemplazado por íconos en forma de caritas felices y las rosas no se compran: se obtienen dando click y se envían con otro click.
Son muchos los panameños que recuerdan a ver visto a sus primos o hermanos, pero no en lugares físicos, sino en el MSN.
Lo peor del caso es que cuando no quieren hablar con nadie inventan y colocan la opción de "salí a comer", "regreso en breve" o "ocupado". Esto es puro chifeo para no escribir ni saludar al amigo.
La tecnología es buena a la hora de ahorrar distancia. Esta herramienta nos sirve de gran ayuda cuando un hermano se nos va al extranjero. Es una bonita manera de no perder el contacto, pero lo peligroso es dejar de escribir una cartita de verdad y enviar como antes por los correos convencionales.
Si usted es de esta gente que le gusta meterse en un internet para conversar con un amigo o familiar, vaya saliendo del mundo irreal y vuelva a su vida normal. No permita que una computadora arruine su vida. Permítase la oportunidad de salir a comer con alguien para conversar en vivo y a todo color con alguien de verdad, no con una máquina.
No se convierta en un ermitaño. Conéctese al mundo real y hable personalmente.