A lo largo de su carrera como lanzador activo, el herrerano Rubiel Moreno tuvo que encarar grandes retos desde el montículo.
Fueron 17 largos años en los que Moreno tuvo que fajarse con los grandes dentro y fuera del patio. Afortunadamente, su temple y capacidad siempre le permitieron salir adelante.
Hoy, después de varios años, es su hijo Ángel Rubiel el que empieza a descollar de la misma forma como lanzador, tal como lo hizo su padre. Con tan sólo 11 años, el pequeño es uno de los jugadores con mayor renombre que participa en el I Campeonato Nacional de Béisbol Infantil que organiza la FEDEBEIS y que tiene como sede la ciudad capital.
UN PADRE ORGULLOSO
"Es un orgullo muy grande que mi hijo esté siguiendo los pasos míos", señaló a Crítica Rubiel, uno de los pocos lanzadores que ha logrado lanzar un partido perfecto en los campeonatos nacionales (lo hizo el 21 de febrero de 1986 ante Darién).
"Yo lo he ayudado un poco, pero en realidad Ángel pone mucho empeño porque le gusta el béisbol", agregó el ex lanzador de la selección nacional.
Pero Rubiel ahora suele sufrir más con los partidos de béisbol, que cuando él era jugador. "Sufro mucho cuando mi hijo está dentro del terreno. Ellos son niños y uno lo vive demasiado. Yo quisiera que él hiciera lo mejor, pero si no entonces, apoyarlo al máximo", comentó.
HABLA EL PEQUEÑO
"La gente me dice que mi papá era un pitcher muy bueno. Por eso, yo quiero estar en la selección nacional muchas veces como lo hizo él", dijo por su parte Ángel, quien también actúa como lanzador. "Sé que él logró muchos campeonatos nacionales y por eso mi principal sueño es quedar campeón en cualquiera categoría, como lo hizo mi papá".
En el torneo también participan hijos de ex peloteros que tuvieron grandes actuaciones en los torneos nacionales y en la selección nacional.
Tal es el caso de Ariel Jurado Agrazal, cuyo padre del mismo nombre lanzó por 15 años para Coclé; y el de Alberto Sáez hijo, vástago del ex inicialista Alberto Sáez, que durante 16 temporadas jugó para Los Santos y Herrera.
"Me gusta lanzar y mi papá me ha enseñado mucho las técnicas de lanzamientos", mencionó Ariel Bolívar, de 11 años. "La gente me ha dicho que mi papá era bueno y lanzaba muy bien... por eso yo quiero ser de la selección nacional como él, y para eso voy a trabajar mucho", dijo.