El Canal de Panamá cumplirá mañana 91 años de operaciones. Este aniversario del principal activo del país coincide con la escogencia de su nuevo administrador, quien deberá conducir a la entidad en los planes para construir un tercer juego de esclusas.
El Canal Interoceánico por 85 años fue controlado por los norteamericanos y desde el 31 de diciembre de 1999, es operado por panameños, que han convertido esa agencia en una empresa con una rentabilidad que envidiaría cualquier consorcio privado.
La vía acuática registra ingresos anuales de hasta B/.1, 000 millones. Sus aportes al Tesoro Nacional en los cinco años de administración panameña, también supera los B/.1, 333 millones.
El martes un día después de su aniversario 91, los 11 miembros de la junta directiva del Canal debe escoger al nuevo administrador. La lógica indica que Alberto Alemán Zubieta debe ser ratificado en la posición. No es que no existan otros panameños capacitados para ejercer la posición, sino que el reto que enfrentará la vía acuática requiere de la confianza de las navieras e inversionistas. No se puede improvisar ni politizar el tema de la ampliación.
La vía acuática funciona mejor que bajo la administración de Estados Unidos y prueba de ello, es la reducción en los accidentes de los barcos que transitan y de igual forma se ha reducido el tiempo que deben esperar las naves para cruzar de un océano a otro.  Dentro de poco, el país deberá evaluar la posibilidad de construir un nuevo juego de esclusas para permitir el paso de los grandes barcos postpanamax.  Hay quienes afirman que éste será un motor para reactivar la economía. Lo que impera es que se divulguen los estudios existentes y de ser beneficioso para la nación, se ejecute la obra, sin dilación.