Los arquitectos del proyecto de la Terminal Gran Centenario explicaron que la inversión que se desarrollará a la entrada de la ciudad de Colón contará una planta de tratamiento propia similar a la de Colón 2000, por lo que no habrá problemas en el cauce de las aguas servidas que se canalizará para su salida al mar.
Javier Serrano, arquitecto de la empresa expuso que el proyecto cumple con las normas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados, Autoridad de Tránsito, Ministerio de Obras Públicas, Cuerpo de Bomberos y otras instituciones que regulan la materia.
Anotó que como medidas de mitigación se reforestará el área una vez concluya la construcción y resaltó que este es el proyecto más pequeño que se hace en Colón en comparación a los terrenos del CEMIS donde se han deforestado más de 24 hectáreas.
"Somos conscientes de contribuir a mitigar los efectos con el apoyo de ANAM", dijo Serrano.
Por su parte, el empresario promotor Gassan Salama mencionó que por la ubicación se tienen dos vías de acceso y menos cantidad de área de relleno y la propuesta durante el desarrollo del proyecto considera la menor afectación del flujo vehicular.