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Maestrías

Por: Milcíades Ortíz | Catedrático

Con cara de pesar, la profesora asistente me dijo que estaba terminando su maestría. La felicité por los estudios superiores que había hecho. Entonces me aclaró la cara poco contenta que tenía. Había tenido que endeudarse con el IFARHU por más de cuatro mil balboas.

"Ahora me pasaré muchos años pagando el préstamo", dijo con cierta amargura.

Para consolarla le dije que con ese título podría ganarse un concurso de cátedra. Entonces su salario sería elevado.

Se río con una mueca. Y suspirando dijo que "ojalá hagan concursos lo antes posible. Por allí me dijeron que la Universidad suspendió los concursos por problemas financieros".

Una nueva moda se está dando en Panamá. La de hacer estudios de maestría, buscando poder ser nombrados permanentemente en la Universidad.

Con la nueva ley universitaria, para ganarse un concurso de cátedra hay que tener maestría.

Esto pretende "elevar" la calificación de la Universidad de los Pobres, como la pensó su primer rector, Octavio Méndez Pereira.

Yo creo que eso es "mucho tiro para un ñeque" en estos momentos, por varias razones.

Primero, porque conseguir una maestría, ahora es cuestión de dinero y no de interés, ni inteligencia.

Eso sencillamente es discriminación económica.

El otro día varias secretarias con Licenciatura me lo dijeron.

Con cara a punto de llorar, señalaron "yo quisiera hacer una maestría, pero el sueldo que gano no me lo permite".

Me atraganté y no supe cómo consolarlas. Acudí al chiste. Les dije que compraran un billete del Gordito, para ver si se ganaban la lotería.

Añada a esto que tener una maestría no es garantía que será buen profesor universitario.

A veces el flamante "master" sabe pura teoría, pero nunca ha trabajado en el oficio.

Además, ser master no significa que sepan enseñar y relacionarse adecuadamente con los estudiantes.

Conozco casos de master en Administración, que nunca han administrado ni una carretilla que vende raspado.

Y otros en periodismo, que jamás "patearon calle" buscando noticias... Pero, ¡inclínese" ¡Son los nuevos rabiblancos del saber!



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