Algunos deambulaban con la mirada perdida por las calles. Otros, dormían en el duro suelo de las aceras. Uno que otro sencillamente se encontraban buscando la forma de sobrevivir.
Pero ayer, este grupo de indigentes de Calidonia tuvieron por lo menos un momento de descanso, nuevas vestimentas, cortes de cabello y -sobre todo- un buen plato de comida.
Desde el antiguo Teatro Bella Vista hasta la Plaza 5 de Mayo, indigentes fueron captados por funcionarios del municipio capitalino y miembros de la Iglesia Ejército de Dios como parte de un programa de ayuda social.
Luego de que les fuera evaluado su estado de salud, algunos fueron transferidos a las instalaciones de la Iglesia para recibir ayuda especializada y orientación psicológica, con el fin de insertarlos nuevamente en la sociedad.