La gripe AH1N1 aún sigue golpeando el mundo y ahora se le suma otra peste, la neumonía.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la peste neumónica es la forma más virulenta y mortal de la peste, por lo cual es indispensable aislar a los infectados.
Una peste es una enfermedad infecciosa poco común de los animales y del hombre provocada por la bacteria Yersinia pestis, presente en los roedores salvajes y en sus pulgas.
La peste puede presentarse en tres formas: neumónica, bubónica y septicémica.
La peste neumónica afecta directamente a los pulmones, se desarrolla en 1 a 3 días y es especialmente preocupante porque se puede contagiar de persona a persona, además de animales a personas.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dificultad para respirar, decaimiento y tos con sangre o esputo, debido a la infección en los pulmones (neumonía).
La neumonía se agrava rápidamente y debe ser tratada a las 24 horas de la aparición de los primeros síntomas, a fin de reducir las probabilidades de muerte.