La actuación de los pandilleros ha llegado a un límite extremadamente peligroso para la ciudadanía, pues ya no se enfocan en atacar directamente a sus enemigos de las otras bandas, sino que cualquiera que viva en territorio enemigo puede ser blanco de su ira.
Un ejemplo de eso fue lo sucedido ayer, lunes, a las 3:10 de la tarde, en la Calle 13 de Santa Ana, cuando el vendedor de comida, Jorge Adalberto López, de 38 años, fue asesinado de nueve balazos.
El gran pecado de López, al parecer, era vivir en la mencionada calle donde se agita una banda que los miembros de la pandilla "El Pentágono" sospechan está relacionada con el ataque de uno de sus miembros el domingo.
El afectado recibió cinco tiros en la espalda, dos en la tetilla izquierda y dos en el costado izquierdo.
La víctima fue llevada en el auto patrulla 80406, pero murió camino al Hospital Santo Tomás.
Tras el hecho de sangre, la Policía Nacional realizó un operativo en el cuartel general de "El Pentágono", donde retuvieron a varios sujetos, entre ellos a menores de edad.