Si alguna vez, usted disfrutó los carnavales en San Carlos o las festividades de San Sebastián en esta región del país, es importante que conozca sobre la persona que se constituyó por años, en el nervio motor en la organización de estas fiestas, que gustó a grandes y chicos, inclusive a hoy jubilados que pasan su retiro en este distrito.
Hoy quiero hacerle un justo reconocimiento a Antonio Navarro García, conocido con el apodo de Tono, quien recientemente fue llamado a la presencia del creador. Su paso por la vida terrenal le permitió trabajar por el bien de su comunidad, su querido San Carlos. Además de dedicarse, con gran acierto a la organización de actividades que realzaban la idiosincrasia de su comunidad, demostrando que San Carlos no sólo es ríos y playas hermosas, con aguas cristalinas, donde el visitante además de disfrutar del área turística, también aprovecha su estadía para degustar sus ricos mariscos, viandas que preparaba con un arte culinario que aprendió de su madre, la muy reconocida y apreciada Carmelita, logrando superar la sazón en los platos que eran del deleite de cientos de turistas. Inclusive, su arte en la preparación de alimentos, fue motivo de diversos reportajes televisivos y en medios impresos.
Siempre atento y con un trato cortés. Desprendido por naturaleza. Su apoyo y colaboración para causas justas siempre fue incondicional, como incondicional fue el aprecio y cariño que el pueblo san carleño le rindió a Tono en su despedida.
Al recordar a Tono y tener presente que ya no lo veremos cuando visitemos San Carlos, y que quizás los Carnavales no serán lo mismo, así como las fiestas patronales, reconocemos que el ano que transcurre nos ha puesto pruebas difíciles, que asumimos como retos, con fe, esperanza y resignación, pues estamos seguros que se superaran. Nos han abandonado seres muy cercanos, a los que hemos amado profundamente y que inclusive, su ausencia ha dejado un gran vacío en nuestro ser.
El saber que en un abrir y cerrar de ojos podemos perder la vida, es motivo suficiente para disfrutar cada segundo, rodeado de la compañía, cariño y amor de nuestros seres queridos, dejando a un lado lo material y la falta de comunicación, que siempre son la causa de los distanciamiento, démosle paso a la reconciliación, al final todos somos humanos y cometemos errores. Recordemos que el tiempo que pasa, no regresa, luego no valen las lamentaciones.