Caminar por el apartamento de Yuri Longo en Moscú, es como adentrarse en otro mundo.
Los acordes de música cósmica proveniente de un viejo equipo de sonido invaden el lugar, mientras que el olor de las velas aromáticas llega hasta los pulmones.
Una parlamentaria rusa propone legislación contra brujos y sanadores.
Pero eso no es nada comparado con lo que ocurre en un cuarto al final del pasillo.
Allí, un mago envuelto en una túnica blanca blande una rama que se encuentra en llamas, respira fuertemente y rodea a una estudiante que se encuentra sentada en una silla.
Entonces coloca una Biblia sobre su cabeza en un intento por salvarla del ojo maligno.