Cientos de personas exigieron ayer, en un acto marcado por el dolor y la impotencia, una sentencia para los procesados por el incendio de un supermercado en Asunción, que hace cinco años causó al menos 364 muertes en la mayor tragedia civil de Paraguay.
Sobrevivientes y familiares de los fallecidos se congregaron ante el derruido edificio del supermercado Ycuá Bolaños, que se utiliza como lugar de oración de los vecinos de un populoso barrio de Asunción, para la conmemoración de la catástrofe del 1 de agosto de 2004, que causó además 258 heridos.
Todos los juicios efectuados en relación con esta tragedia quedaron sin efecto, nadie ha pagado nada.