La problemática de los empleados públicos se agrava con los cambios de Gobierno por la mentalidad primitiva de los que asumen la administración del Estado. Los próximos meses veremos desencadenarse los apetitos clientelistas y la captura de los cargos públicos como si se tratara de un botín. Los llamados "espacios políticos", como es "natural" en el ya asfixiante mundo político de nuestro país, van a perjudicar a miles de trabajadores al servicio del Estado. Afectará la vida de todos ellos, ya que han asumido compromisos comerciales, tienen responsabilidades familiares y están cargados de sueños y proyectos que serán truncados con el despido.
Los empleados públicos siempre hemos sido víctimas del engaño de todos los partidos políticos; posterior a la invasión en 1989 se desató una ola de persecución y destituciones contra los que supuestamente habían sido miembros de los CODEPADIS o BATALLONES DE LA DIGNIDAD, sin embargo, no solamente éstos fueron víctimas, hubo dirigentes sindicales y gremiales que nada teníamos que ver con los CODEPADIS y los BATALLONES, fuimos destituidos tanto del antiguo I.R.H.E., INTEL, APN como de la Caja de Seguro Social y otras instituciones, miles de cabezas de familia fueron tiradas a las calles, sin ningún tipo de indemnización.
Con todos estos antecedentes cabe la pregunta que puede incomodar a la cúpula del P.R.D. y el P.P., ¿cuál será la conducta del Gobierno de la "Patria Nueva" frente a los empleados públicos más humildes? ¿qué diferencia hay entre los apetitos voraces de las cúpulas de éstos partidos por usufructuar los bienes del Estado como si fuesen parte de su hacienda personal?.
El Gobierno de "PATRIA NUEVA" no debe confundir Gobierno con Estado; aunque los Gobiernos son pasajeros deben administrar con sentido de Estado, para tal propósito debe establecer políticas científicas en materia de administración del recurso humano.
Los empleados públicos debemos organizarnos para exigir que se respeten nuestros derechos, y esto se debe lograr a través de las asociaciones de empleados que son los organismos naturales de lucha en el sector público. Esperamos que la apatía, la falta de compañerismo y de solidaridad no inmovilice al empleado público, para salir a luchar en los futuros combates que se avecinan contra el neoliberalismo, en defensa de la institución y por el derecho a llevar el pan a la casa de nuestros hijos.
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