Las empresas distribuidoras de energía, además de medir la calidad del servicio, también miden la confiabilidad del mismo.
Dicha calidad puede verse afectada por las corrientes armónicas, que son producidas por efectos de ciertos equipos que distorsionan la onda de voltaje.
En otros países la industria pierde millones de dólares cada año debido a las corrientes armónicas, en vista que pueden afectar el funcionamientos de sus maquinarias, ya que poco se sabe sobre cuales son sus causas y la mejor manera de reducirlas.
Ramiro Troitiño, director de ingeniería y distribución de Elektra Noreste, explicó que los equipos de área industrial, mayormente las generan.
Son pocos los clientes residenciales que las generan, en los clientes industriales, la distorsión en la onda de corriente puede salir fuera del ambiente del cliente y afectar a los vecinos, casa, comercio.
Los niveles permitidos están definidos por el Ente Regulador de los Servicios Públicos, donde la segunda onda armónica no debe ser mayor al 10% de la fundamental.
Pero éstas no son tan perjudiciales si se mantiene a un nivel aceptable, los que sobrepasen los límites están sujetos a penalidad, enfatizó Troitiño.
"Nosotros hacemos muestreos a diferentes clientes y vigilamos que los niveles armónicos que se pueden generar sean menores a los permitidos. La medición anual es de 36 clientes por un periodo de dos semanas. Hasta ahora no se ha encontrado a alguien que esté afectando la calidad del servicio".
En efecto, a los que a partir de julio 2004 también se les puede medir y penalizar por niveles de distorsión en las corrientes armónicas, si no los corrigen, son los clientes que están en Baja Tensión. Antes solo eran los clientes en Alta y Media Tensión.
Los clientes industriales pueden encontrar un valor de las corrientes armónicas en los medidores.
Destacó que la calidad de servicio contempla todo lo que afecte la onda y puede ser afectada por bajones, subidas.