Además de haber perdido sus casas, luego del gran sismo registrado en Barú, en diciembre del año 2003, el Ministerio de Vivienda tomó en cuenta para beneficiar a las familias con la construcción de nuevas residencias, que unas 24 tenían, dentro del núcleo familiar a personas con discapacidad.
Sin embargo, recientemente se descubrió que dos de estas familias estaban mal utilizando estas casas y no le daban el lugar que se merece a la persona con discapacidad que debería estar viviendo en la casa, por lo que se tuvieron que tomar algunas medidas.
Aparentemente una de las familias, había alquilado la casa que el gobierno le había construido, mientras que la otra no estaba residiendo en esta estructura que se hizo especialmente para ellos, tomando en cuenta la presencia de una persona con discapacidad.
Según la directora Regional del MIVI en Chiriquí, Joyce Rodríguez, cuando se descubrieron estos casos, de inmediato se realizaron las coordinaciones con el Ministerio de Desarrollo Social y el despacho de la esposa del Gobernador, para que las familias cumplan con las disposiciones.
"Siempre que el MIVI entrega una vivienda se les da seguimiento para que se cumpla el convenio entre el ministerio y la familia beneficiada". La anomalía fue subsanada.
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