Cuando se pasa la barrera de los 50 es más importante estar cerca de la pareja que seguir con la lucha de los sexos, la competencia y el egoísmo.
Según expertos en psicología después de los 50 años hay más posibilidades de que cada persona se conozca mejor y esté bien plantada con lo que quiere y necesita.
Además aseguran que las parejas de esta edad son menos dependientes.
Es la única forma en que pueden funcionar -agregan-. Nadie más o menos equilibrado tolera a otro que le demande presencia las 24 horas, que se le cuelgue como si de eso dependiera su propia existencia.
Otro aspecto que, según los expertos funciona de manera más acertada a esta edad cuando la relación es buena es la confianza mutua y el diálogo. Y aseguran también que ya no se recurre a estrategias como los celos para llamar la atención del otro miembro de la pareja.
En estos casos la consigna no es destruirse en una discusión, aunque eso no quiere decir que no se discuta.
Después de los 50, claro está, también es posible comenzar de nuevo. "Pero es importante haber resuelto frustraciones anteriores -comenta el psicólogo Andrés Sánchez Bodas-, algo no tan fácil si se tiene en cuenta que tanto hombres como mujeres se quejan de las exigencias y temores que encuentran en el otro sexo al buscar nueva pareja.
Sánchez, siempre distante de las generalizaciones, dice que nada garantiza que una nueva relación no signifique tropezar otra vez con la misma piedra. "Y eso pasa a cualquier edad -asegura-.
Puede que alguien diga que se va a cuidar esta vez, para intentar no padecer lo padecido. Y que sea una buena intención. Pero los psicoanalistas tenemos el consultorio lleno de pacientes que se preguntan: ¿por qué me pasa esto si es justo lo que no quería?