Panamá no deja de ser un país en vías de desarrollo.
Las condiciones sociales y de salubridad en los centros penitenciarios en el país son deprimentes.
La mañana de ayer, lunes, en una visita repentina al penal se captó a un reo cargando a otro en una carretilla, quien se quejaba de dolor abdominal.
Para sorpresa de los comunicadores sociales, el malestar del preso en la cárcel La Joya, ubicada en Pacora, resultó ser una apendicitis aguda y como no hay ambulancias dentro del penal son sacados en una carretilla de las que se usan para cargar concreto.
En una rápida conversación con los presos, estos manifestaron que son los policías y ellos mismos quienes tienen que lidiar con los heridos y enfermos en el penal.
"No hay guantes porque los que da la Dirección de Corrección Penitenciaria de vez en cuando, dura sólo días", dijo el interno quien pidió reserva de identidad para evitar represalias por parte de las autoridades.
El preso además explicó que los recipientes donde entregan los alimentos están insalubres y de la calidad de la comida que entregan, para qué hablar, se quejó.
La población penitenciaria en Panamá superar los 11 mil presos.