La insalubridad en la venta de bebidas populares en el corregimiento de Soloy, fue evidente cuando una vendedora de chicha de nance, sin carnet de salud, zambullía su mano en la hielera para revolver la sustancia, antes de servir la chicha que los clientes solicitaban.
Las personas presentes en la entrega de bonos por el presidente Martín Torrijos, con su equipo de trabajo en días pasados, podían obtener la deliciosa chicha de nance por 25 centavos y hasta pedían ñapa.
Por el lugar pasó el Mandatario antes de retirarse y compró algunos collares que se vendían cerca de la chicha, pero ni él ni sus colaboradores se percataron de la insalubridad.