Todo inicia con el contacto visual. Sus miradas se cruzan en medio de la fiesta y se acercan para conversar. Es así como muchas parejas empiezan una relación que puede ser para bien o para mal.
La comunicación, comprensión, tolerancia, entre otras cosas hacen las relaciones sanas y duraderas, pero aparecen elementos que una de las partes o ambas introducen creando las relaciones disfuncionales.
Una pareja debe tratar de cultivar el amor, pues el objetivo es que la relación vaya mejorando y esto se logra cuando ambos sienten que están creciendo emocionalmente hablando, explica el psicólogo Saúl Alvarado de la Clínica de la Familia.
LA CHISPA TRAICIONERA
Algunas relaciones inician con una chispa que nace al conocerse y que puede traicionarlos un poco, porque dependiendo de la familia de origen, se puede sentir cómodo con ciertas circunstancias que el recuerden sus vínculos familiares.
La relación padre-hija o madre-hijo, la relación de pareja entre los progenitores entre otras cosas no necesariamente tiene que repetirse, pero cuando se encuentra en una situación similar se siente cómodo, afirma Alvarado.
Asimismo, el psicólogo agrega que no es que a una mujer le gusta la relación de violencia, sino que están enganchadas con un patrón de comportamiento. Aún así, es importante saber que esto se puede romper.