La persona que será jubilada, debe prepararse con un alto grado de mentalización empresarial, buscando de esta manera alternativas más positivas y gratificantes, para asumir de la mejor manera esta próxima etapa de su vida. Lo más recomendable es:
1-Asociarse en grupos de igual condición y donde existan programas de atención, para jubilados, de recreación y mantenimiento de la salud, cursos de capacitación, que le permita ocupar su tiempo (si así lo desea) en otro oficio productivo.
2-Borrar de su mente ese sentimiento de inutilidad y frustración que tienen muchos jubilados, y lo cual no obedece a un agotamiento físico, sino a una actitud negativa y absurda, mantenida por la sociedad y nuestra pésima cultura.
3-Si en Panamá se contara con organismos que atiendan debidamente al jubilado, una de las metas a la que podría optar una persona que se jubila, sería el de crear una empresa pequeña, donde previa una adecuada asesoría empresarial, podría desenvolverse exitosamente.
4-Las Asociaciones de Jubilados en nuestro país, deben iniciar una campaña, que busque erradicar de la cultura panameña, el prejuicio que ha imperado en la actualidad, de que los jubilados por definición somos ociosos e improductivos.
5-Los jubilados profesionales tenemos una obligación con la sociedad, que consiste en devolverle al país, parte de los conocimientos y experiencias que hemos acumulado, por eso las Asociaciones de Jubilados es el lugar más adecuado, para depositar ese acervo de experiencia y sabiduría, donde jubilados profesionales, técnicos y trabajadores calificados en diversos oficios, continúen siendo una población notablemente útil y productiva.
6-La Asociación es la forma jurídica ideal, en que se puedan agrupar los jubilados. Pero sus dirigentes deben añadirle un espíritu empresarial, más allá de lo que son en la actualidad, asociaciones que invitan al ocio, con estatutos lánguidos e ineficaces, que más bien estimulan el paternalismo, la ineficacia y hasta la política.
Quienes toman la responsabilidad de dirigir una Asociación para Jubilados deben ser principalmente honestos, equilibrados, independientes y estar provistos de un espíritu sin barreras, dispuestos a triunfar sobre cualquier tipo de problema que se presente.