La fiesta que estaba en todo su apogeo se convirtió de pronto en una tromba de incertidumbre y miedo.
"¡Alto! Nadie se mueva. Migración", fue la voz que alertó y puso a millón la adrenalina de un grupo de mujeres extranjeras que trabajaban de alternadoras en el club nocturno "Miami Bar", en El Dorado, la noche del jueves.
Diecisiete mujeres y un hombre fueron conducidos por el personal de Migración que se hizo presente en el área.
HORA CERO
Eran las 9:00 de la noche del jueves. Migración filtró a dos de sus hombres dentro del operativo "Mano Dura" que hacía ronda por el bar nocturno.
Cuando entraron, la reacción no se hizo esperar. El local que minutos antes era depósito de fantasías, se convirtió en un alboroto desesperado donde cada cual velaba por su bienestar. Es que Migración anunció su presencia.
Las mujeres, en su mayoría colombianas, otras dominicanas, corrían de un lado a otro dando gritos.
Una dominicana, queriendo escapar de la redada, se escondió debajo de una pecera; otras optaron por los baños, mesas y camas.
Una dominicana nacionalizada panameña que se casó con un panameño en matrimonio fraudulento, también estaba ahí.
SANCIONES
La Ley del 16 de marzo del presente año obliga a Panamá a que dé un trato duro por el tráfico de personas.