Las investigaciones realizadas por la Dirección Regional de Educación de Panamá Oeste, revelan que dos maestros han incurrido en supuesta imposición de castigos corporales o afrentosos y el uso de palabras injuriosas contra estudiantes de la Escuela Mendoza, en el distrito de La Chorrera.
La denuncia quedó al descubierto luego que este medio publicara la versión de la madre de una niña de tercer grado que señalaba que se había enterado por otra acudiente, que el maestro le había roto la boca a su hija.
En aquella ocasión, la niña le aseguró a su madre Marilyn Peart, que el maestro le había pegado, pero ella no se lo había dicho, "porque después le pegaba".
La madre de la menor agredida, en esta oportunidad dijo que en esa escuela es costumbre que los maestros abusen de los alumnos, porque hace algunos años otro profesor, cuyo nombre se reserva por la presunción de inocencia, "puso a mi hijo arrodillado en granitos de maíz, viendo hacia el sol".
No obstante, la acudiente sostuvo no presentaría ninguna denuncia en contra del maestro porque después negaría toda acusación, toda vez que tampoco los niños se atreverían a hablar.
A pesar de la oposición de la madre, la directora regional de Educación, Miriam Aguilar, ordenó al personal de asesoría legal que iniciara las investigaciones para esclarecer los hechos que vinculan a dos maestros de la Escuela Mendoza, con la imposición de castigos corporales a niños que no se precisaron para no alterar las investigaciones.
Lixis Sitton, asesora legal del Ministerio, sostuvo que a raíz de las denuncias, los niños han empezado a hablar sobre situaciones similares que ocurren con los maestros.
Sitton advirtió que de existir mérito en la investigación, el caso se remitiría a la competencia a nivel judicial para que hagan sus averiguaciones, pero a nivel del Ministerio de Educación se puede sancionar con traslados y hasta la destitución, dependiendo si son reincidentes.