Los residentes de Los Libertadores, afectados por las explosiones de una construcción cercana podrán dormir tranquilos, por lo menos hasta el 31 de agosto.
Así lo dejó entrever el viceministro de Gobierno y Justicia, Alejandro Pérez, durante una inspección al edificio Z-1, el más afectado por las voladuras.
"Hemos llegado a la conclusión de que se mantiene la suspensión de las explosiones", aseguró Pérez, quien presentará un informe al ministro Escalona para darle a conocer los detalles de la situación.
Las detonaciones están suspendidas permanentemente, por lo menos hasta que entre el nuevo gobierno, señaló el funcionario a residentes del área que presenciaron la diligencia.
El viceministro dijo estar preocupado por el pésimo mantenimiento que se le dan a los edificios. Dijo que las bases y las columnas están en buen estado, pero si no se le da buen mantenimiento, el inmueble no duraría mucho.
También se fijó en el aseo de los alrededores, y reveló que pedirá al Ministerio de Salud que envíe a sus inspectores para evaluar esa situación.