Su famoso bigote va ya como la nieve con seis décadas de inviernos. Es el seleccionador campeón del mundo, Vicente del Bosque, quien ayer hacía su leyenda, con su típico perfil bajo. Dejándole el protagonismo a su hijo Álvaro, de 14 años, quien fue la alegría en la Moncloa (Palacio de Gobierno).
Álvaro, quien es síndrome de down, robó las alegrías en la visita al Presidente. Su padre, muy orgulloso, recibió las palabras de Zapatero, quien hizo alusión a lo que sabemos: su serenidad, fuerza, templanza y educación. "Nos has representado con dignidad a todos los españoles", agregó.
"Es el éxito de todos, de la familia del fútbol español, desde el club más humilde hasta el más grande, para ellos es también este éxito", respondió un modesto entrenador, como siempre comedido.