Un lápiz, papel y la descripción de los rasgos físicos más sobresalientes de una persona, son los ingredientes fundamentales para la creación de un buen retrato hablado.
Al ser víctima de un atacante lo primordial es poner atención a su rostro, su mirada y la forma de su boca, esto pueden ser aspectos fundamentales para su posterior reconocimiento y captura.
En la Sección de Reconocimiento y Retrato Hablado de la Policía Técnica Judicial, existen manos hábiles para dibujar que combinadas con aspectos forenses, son las creadoras de los posibles rostros de algunos delincuentes y en otros casos de personas que han sido asesinadas.
RETRATO HABLADO DE UN ATACANTE
Según explicó el Detective, Juan Villarreal de la Sección de Reconocimiento y Retrato Hablado, el primer paso es acudir a la entrevista, donde la víctima o el testigo tienen la oportunidad de describir los rasgos físicos que recuerda de la persona. Posteriormente se hace el dibujo y se lleva a la computadora, donde finalmente se plasma el rostro.
RETRATO HABLADO DE OSAMENTAS
En este caso al contar con una osamenta se resalta aspectos como la dentadura que puedan facilitar el reconocimiento de la víctima.
El detective Villarreal, dijo que en el caso de la mujer encontrada en Gamboa, se hizo la resaltación de la piezas dentales, en donde se puso énfasis en el puente de porcelana, posteriormente el odontólogo que hizo el trabajo lo reconoció y se supo que la víctima era la norteamericana Jill Canganely.