“La cosa ‘ta dura”, es el lema de todo aquel que no consigue trabajo, pero hay mujeres que en vez de echarse en los laureles, prefieren salir y ganarse su sustento honradamente.
Es el caso de Esther Terrado, quien con 29 años no encuentra un empleo, pero antes de quedarse con los brazos cruzados ha optado por pintar uñas en el puente peatonal de San Miguelito, frente al Machetazo.
EL MOTIVO
Esther, cansada de esperar que le saliera un trabajo, decidió emprender su propio negocio, pintado y decorando las uñas de las manos y los pies, para mantener a sus tres hijos, quienes están en la escuela.
Su papá consiguió un puesto de buhonería ubicado frente a las escaleras del puente peatonal del Machetazo de San Miguelito y allí, el Sr. Terrado, le ofreció a su hija la idea de darle un espacio para que pintara uñas.
LAS GANANCIAS
Hasta el momento, la idea ha funcionado. Con esto ha podido solventar los gastos de sus hijos, además de los suyos. Esta es una entrada de dinero con la que ella no contaba.
Los precios varían de acuerdo al estilo. Por ejemplo, para las manos, si sólo es la punta blanca es un dólar, pero si es con diseño son 2 balboas. Por las uñas de los pies, si llevan diseños es B/. 1.50.
Al preguntarle a cuantas chicas atendía por día, nos saca un calculo de 15 personas, que podría ser cierto, pues mientras la entrevistábamos se hacía una fila de mujeres esperando su turno para embellecer su manos y pies.
Todos los días, al bajar las escaleras del puente, verás a Esther, y todos los días hay chicas esperando su turno para hacerse las uñas.
LOS DISEÑOS
Son de su propia inspiración. Su mamá, quien atiende el puesto mientras ella pinta, dice que Esther se sienta en las noches para echar a volar su imaginación y así crear los diseños que tanto les gusta a sus fieles clientas, quienes la felicitan por su rapidez y buen servicio.
SU FUTURO
Esther terminó el colegio, pero le gustaría obtener un título universitario en Educación.