La madrugada del 2 de julio será inolvidable para la joven Lidia Lizondro, de 18 años. Un ser desconocido y catalogado por muchos como diabólico, estuvo en su cuarto con la intención de matarla o, como él mismo le manifestó: "llevársela de este mundo".
Según la joven estudiante de Derecho, que vive en el residencial La Arboleda, del corregimiento de San Pablo Nuevo en Chiriquí, un bulto negro de cabellos largos trató de asfixiarla mientras dormía; luego, otro día, lo vio cuando se posó sobre la ventana de su cuarto.
A PUNTO DE MORIR
Aún con temor evidente en su rostro, Lidia narró que a eso de las 2:00 de la madrugada del 2 de julio, despertó con un gran escalofrío en su cuerpo y cuando abrió sus ojos tenía encima un bulto negro, al cual no se le veía el rostro, sólo los largos cabellos "espantados", que la tenía inmovilizada y apretándole el cuello.
"Yo estaba atemorizada y trataba de gritar, pero la voz no me salía, hasta que me dio por poner mis dedos en forma de cruz y fue cuando esa cosa me soltó", dijo Lidia.
Luego de esto gritó y trataba de salir del cuarto, sin embargo, el ser le impedía el paso, al tiempo que emitía sonidos extraños como de risa, mientras decía que la había venido a buscar y no la dejaría tranquila.
Los familiares acudieron hacia el cuarto, pero al tratar de abrir la puerta, se encontraron que tenía puesto el seguro, lo que resultaba extraño, ya que la joven nunca cierra su cuarto.
Cuando el papá, la hermana mayor y su mamá entraron, la extraña criatura desapareció en cuestión de segundos. Lidia estaba llena de moretones rojos y el cuarto hecho un desastre, con rayas y escrituras en la pared hechas con lápiz labial donde se podía leer claramente: ¡Ja, ja, ja, ja!
Aunque en la familia Lizondro son fieles creyentes en Dios, Lidia manifiesta que lo que la atacó a ella de esa manera no era nada natural, más bien parecía un espíritu o bruja.
Luego de varios días de lo sucedido, ahora Lidia se recupera lentamente de la impresión que admitió le ha servido para buscar más a Dios, que sabe, es el único que realmente es su protector y la puede ayudar.
También tiene que enfrentar las burlas y críticas de la comunidad, puesto que, muchos han tomado el problema como objeto de burla o juego.
Aunque Lidia Lizondro ha sido la única que se ha atrevido a contar lo extraño que le sucedió de forma pública, algunos evitando ser grabados señalaron que son varios los vecinos que han visto cosas extrañas en los alrededores de la barriada.
VERSION DE LA IGLESIA
El sacerdote Juan Alex Oro, párroco de la parroquia San Juan María Vianey en David, afirmó que en la Biblia está claro que existen cosas buenas y cosas malas, por lo que no podemos negar la existencia de presencias tanto del bien como del mal y eso se ha experimentado a través de la historia.
"Yo había escuchado estos tipos de problemas en esa barriada, pero no lo había tomado tan en serio como ahora que ha habido personas que han dado su testimonio y en realidad fui a bendecir algunas residencias donde me han contado que están pasando estos fenómenos", dijo.
Manifestó que es tarea de la Iglesia atender el caso, asistiendo al lugar, hablando con las personas para saber cómo anda todo en su vida y si asisten a algún tipo de iglesia, o conocen de alguna persona que haya hecho pacto con el diablo o realizado algún desorden a tal punto que se provoquen estas cosas.