Martín Torrijos, apenas caliente la silla de la Presidencia de la República, entrará al negocio de la aviación. Una de sus primeras medidas será poner en venta el avión Gulfstream II que compró su copartidario Ernesto Pérez Balladares.
La nave en cuestión es, según una fuente ligada a la aviación, una "chatarra", ya que data de 1969 y puede venderse si acaso en un millón de balboas.
El aparato identificado ahora con matrícula HP-1A: "Hotel Papa Alfa" serie 11590 que utilizaba "El Toro" y luego la mandataria Mireya Moscoso, fue comprado en 1995 a través de una de permuta con la Gulfstream Aerospace Corp.. El avión estaba valorado en B/.2.4 millones.
El gobierno de Pérez Balladares cedió a la empresa Gulfstream el avión del Servicio Aéreo Nacional CN235 modelo PA-01, con matrícula SAN-265. Este aparato fue comprado en 1988 por una suma de B/.7.5 millones.
Para acondicionar el HP-1A, el gobierno de Pérez Balladares destinó una suma cercana al millón de balboas. Luego fue enviado a Georgia para reparaciones que costaron cerca de B/.1.7 millones.
El Gulfstream consume 1,492 galones de combustible por hora. La nave permanece en un hangar en la antigua base de Howard.
Este no es el primer aparato aéreo que venden los gobiernos de Panamá. La administración de Guillermo Endara realizó una de esas operaciones con el helicóptero Súper Puma que había comprado en Francia el general Manuel Antonio Noriega.
El helicóptero fue vendido a una compañía inglesa que lo utiliza para actividades ligadas al negocio petrolero.
El Súper Puma "Aerospatiales AS 332", fue comprado en 1985 por la suma de B/.5.9 millones y era de uso exclusivo del general Noriega. Su equipo incluía un sistema de navegación "Omega". Además contaba con un par de flotadores para impedir el hundimiento y tenía una autonomía de vuelo seis horas, capacidad para 24 pasajeros, más el piloto y colipoto.