El último conflicto con Israel no le ha quitado a los palestinos las ganas de seguir los partidos del Mundial, sino que, por el contrario, la competición futbolística les brinda una posibilidad de olvidar los misiles israelíes y muchos esperan con ilusión la final de hoy.
Hussein Al-Majar, un joven de 20 años que trabaja en una tienda de teléfonos móviles en el centro de ciudad de Gaza, no piensa perderse el partido de mañana y sus amigos tampoco, "porque a los palestinos nos encanta el fútbol, y ahora lo necesitamos más que nunca".