El Papa defendió el valor "insustituible" de la familia tradicional en su primer viaje a España, uno de los cuatro países del mundo donde están legalizados los matrimonios entre homosexuales.
En medio de una gran expectación, Benedicto XVI llegó a Valencia, la tercera ciudad española con cerca de un millón de habitantes, y ya en su primer y breve discurso en el aeropuerto de Manises subrayó "el papel central que para la Iglesia y la sociedad tiene la familia fundada en el matrimonio".
Ese mensaje, que hace hincapié en el fortalecimiento de la familia católica como "esperanza de futuro", se perfila como el eje de sus intervenciones durante las poco más de 24 horas de estancia en España para clausurar el V Encuentro Mundial de las Familias
La alocución del Pontífice en el aeropuerto la hizo ante los Reyes de España y el presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Las relaciones entre España y el Vaticano han entrado en una fase de mayor calma, tras la fuerte tensión propiciada por la ley que regula los matrimonios entre personas del mismo sexo y la atribución de un papel secundario a la enseñanza de la religión católica en las escuelas.
En el Vaticano, como no ocultan altos cargos de la Curia, existe el temor de que caso español pueda servir de ejemplo a los países latinoamericanos, sobre todo con el auge de los gobiernos de izquierda y la presión proselitista de las iglesias evangélicas.
De ahí que a la visita de Benedicto XVI a España se le haya dado una gran importancia, más aún cuando se trata de clausurar un encuentro dedicado a las familias de todo el mundo con una presencia masiva que se calcula en más de un millón de peregrinos.
EMOTIVO VICTIMAS FUERON RECORDADAS 42
El viaje del Papa a Valencia se ha visto mediatizado por el accidente que causó 42 muertos al descarrilar el metro y su agenda lo ha tenido muy en cuenta.