Pareciera ser una pieza de cualquier museo nacional; pero no lo es. Sus dueñas la prefieren en la cocina de su residencia para que después de 250 años, permanezca llena de agua fresca para la familia Solís de Guararé y las visitas. Y es que, refrescarse con un vaso o totuma de agua de esta “abuela” de las tinajas es embriagarse con sorbos del pasado.
El padre Juan Bautista Solís, párroco de La Arena de Chitré, dice sentirse orgulloso de sus raíces. Orgullo que comparte con sus familiares de Santa Isabel de Guararé que mantienen viva la llama de la tradición, especialmente objetos del pasado muy lejano como es el caso de la tinaja de 250 años.
Las propietarias de la “anciana” tinaja son distinguidas damas guarareñas amantes de la tradición y el folclor: cantan tamborito y representan las antiguas “piladeras” de arroz y maíz con el pilón y mano pilón. En donde se presenten exhiben la gran tinaja. Recientemente fue presentada en las pasadas festividades de San Pablo en La Arena de Chitré en donde los devotos del más grande “Eva, Crítica en Líneangelizador” de todos los tiempos San Pablo; los esposos Ángel y Marcia en honor a este milagroso Santo dedicaron al pueblo muchas facetas de la tradición que se ha ido perdiendo en nuestro folclor.
Esta antigua tinaja, llamó la atención de chicos y grandes que le daban la vuelta con admiración y reverencia.
Cave señalar que dicha tinaja, el tiempo como que la a puesto más fuerte. La superficie de arcilla que debe ser roja a tomado un color grisáceo parecido a la piedra. Tiene labores ornamentales hechas aunque rústicamente, pero le proporcionan un atractivo artístico realizado por las manos artesanales de un panameño o panameña hace más de dos centurias.
Los que conocen de este tipo de objetos, saben que es difícil mantenerlos por mucho tiempo, a menos que reposen en una vidriera bajo llave en uno de nuestros museos. Una tinaja de barro tiene mil y una razones para no durar tantos años. Su estructura es frágil. El agua con el tiempo la menoscaba. Los accidentes dentro de un hogar están a la orden del día.
Por eso, creemos que esta tinaja “bicentenaria” mereció ocupar este espacio de “notas curiosas” hoy.