El diálogo nacional convocado para lograr una nueva legislación para superar la crisis de la Caja de Seguro Social, ya cuenta con la participación del Frente Nacional en Defensa de la Seguridad Social (FRENADESSO).
Sin embargo, la impresión inicial es que las conversaciones en las que participan obreros, empresarios y el gobierno, no tendrán mayores avances.
Sería lamentable que un esfuerzo respaldado por varias denominaciones religiosas y que tiene como facilitadores al Consejo de Rectores, termine en fracaso al cabo de 90 días.
Lo ideal sería que los partícipes en el diálogo retomen los avances de los contactos que se desarrollaron durante la administración arnulfista bajo el auspicio del PNUD, para buscar alternativas a la crisis del Seguro Social.
Nadie se debe llamar a engaños. El punto más álgido del diálogo serán los temas relativos al aumento de la edad de jubilación, el incremento de los aportes de patrones y obreros y lo relativo a la densidad de cuotas.
Además se hace necesario que ninguna de las partes que participan en el diálogo pretenda imponer posiciones, basado en una mayoría representativa en la mesa de conversaciones. Lo más correcto es que exista igualdad en la representación y no duplicidad.
Ya el sector empresarial ha advertido que de no existir una intención auténtica de buscar soluciones a los problemas de la Caja de Seguro Social, ellos se retirarían.
Lo correcto es que los partícipes dejen a un lado tanto protagonismo y lleven propuestas reales. La hora de los discursos ya pasó. La CSS requiere es iniciativas novedosas para salvarla de su futuro colapso.