El cuero es parte del folclor panameño, y corre el riesgo de perderse. Éstas fueron las palabras del señor Celestino Villarreal de Montero, de Guararé, uno de los pocos que se dedican a la curtiembre (elaboración del cuero de la vaca) en la provincia de Los Santos, incluso se podría decir que a nivel nacional.
Este señor nos comentó que casi no se consigue el cuero, y todo se debe a que las grandes empresas que se dedican a la exportación de carne están exportando el cuero para otros países, y por este punto es que precisamente puede desaparecer el cuero.
Cuando don Celestino se refiere a que el cuero es parte de nuestro folclor, es porque del cuero de la vaca se hacen las famosas cutarras, que usan nuestros humildes campesinos.
La curtiembre de Celestino Villarreal es una herencia que le dejó su padre y él ya lleva 20 años trabando en ella.
Para poder seguir con este trabajo, ha tenido que recurrir a buscar el cuero de la vaca en lugares como La Colorada de Santiago, en Ocú, Santiago, Macaracas, entre otros. Gracias a que en estos lugares le suplen con cuero, el señor Celestino puede distribuir cuero a todo el país.
Aproximadamente, saca unos 10 cueros por semana, pero muchas veces este material no alcanza para la gran demanda que existe en nuestro país.
El cuero se emplea en una amplia gama de productos, la piel de vaca es la principal materia prima de la producción de cuero suaves, como telas o duros como el zapato.
Para conocer un poco este proceso, don Celestino nos explicó cómo se lleva a cabo.
Primeramente hay que colocarlo en sal, luego de ello pasa a una tina de agua limpia para lavarlo y sacarle toda la sal.
En tercer lugar, se procede a quitarle todo el pelo de la vaca con cal y sulfato de sodio; la cal es para ablandar la carnaza del cuero y el sulfato de sodio es para quitarle todo el pelo de la vaca.
Después de este proceso, pasa a la descarnadora, para quitarle toda la carne que se encuentre en la piel y luego de ello se le quita la cal.
Para que tome el color rojizo, se procede a introducir el cuero en unas tinas con agua que tiene cáscara de mangle, allí permanece de 25 a 26 días y cada ocho días hay que botar esta agua y ponerle una nueva. Al sacar este cuero de las tinas, se echa en otra tina, pero con alumbre (polvo blanco); esto le permite matar la fortaleza del mangle, si no se hace este proceso el cuero se pone negro.
Para terminar el proceso, se pasa a secar y de allí a una plancha. Terminado todo lo anterior escrito, se puede decir que está listo para la venta.