María Luisa (nombre ficticio) nunca imaginó que al conocer a su ex pareja, hace 15 años, en un futuro estaría viviendo un claro tipo de violencia doméstica.
Al hablar de su caso, esta joven de 35 años, pidió la reserva de su identidad, y cuenta que su agresor del cual está separada hace seis meses, en un inicio se comportaba amable y cariñoso con ella y el resto de su familia.
Después dos años de noviazgo y con algunas discusiones normales, deciden establecer una relación de pareja e irse a vivir juntos.
"Solamente fueron unas semanas de tranquilidad y paz. La primera ocasión que me golpeó, pensé abandonarlo e irme a donde mis padres, pero me pidió perdón y decidí darle una oportunidad", destaca María Luisa.
"Ese fue el peor error que cometí, y que espero que otras mujeres no cometan. Le di la oportunidad que pedía, pero eso fue al parecer un incentivo para él, ya que las agresiones verbales y físicas aumentaron", resalta la víctima del maltrato masculino.
A pesar que las agresiones físicas disminuyeron una vez María Luisa salió embarazada, las verbales y humillaciones en su contra subieron de tono, y frases como "para eso salistes preñada" y "no sé para qué me metí contigo", eran comunes, cada vez que su pareja (la cual no quiso mencionar el nombre) llegaba con unos tragos de más a casa.
Trece años después de irse a vivir con el padre de su única hija, María Luisa está de vuelta en casa de sus padres y está a la espera de que le aprueben la solicitud para la compra de su casa propia, donde comenzará nuevamente, lejos de esa persona que tanto daño le hizo.
"Desde hace seis meses no se nada de él. Pensé que no podría salir adelante sola con mi hija, pero gracias a Dios, mis padres, familiares y verdaderas amistades, estoy saliendo adelante", dice.
Ella no teme que él la vuelva a buscar. "No tiene por qué hacerlo, él tiene otra relación en la que ojalá a ella no le pase lo mismo que a mí, pero de esa persona ni mi hija ni yo, queremos saber nada", resalta María Luisa, en cuyo rostro se nota el optimismo de cara al futuro.
OPINION PROFESIONAL
La especialista en criminología y abogada Carmen Antony García, resalta que en el ámbito familiar y doméstico, las principales víctimas de la violencia suelen ser las mujeres, los ancianos y los niños pero las investigaciones disponibles señalan que esta violencia se concentra en las primeras y que, a nivel mundial, al menos 1 de cada 10 mujeres es o ha sido agredida por su pareja
Estas estadísticas nos señalan que el 75 % son mujeres y el 23% son casos de violencia cruzada.
La violencia familiar, según la especialista, se estructura a partir de fuertes lazos de dominación y de notables desigualdades en las relaciones de poder.
Por este motivo no aceptamos el término delitos pasionales, porque estos actos violentos son fruto de un abuso de poder, de quien se cree dueño de la vida, honra y bienes de otra persona de su familia o círculo íntimo, reitera Antony.
"Hay que tener claro que estos delitos no son fruto de patologías o desórdenes psíquicos, ni tampoco a factores derivados de la estructura socioeconómica o del medio externo puesto que los abusos se cometen en todos los estratos sociales. Factores como el alcoholismo, la cesantía o el hacinamiento no se consideran causas directas sino factores desencadenantes", destaca.
Este abuso de poder suele desembocar en homicidios, maltratos físicos , psicológicos o y sexuales, situaciones que suelen tener consecuencias mortales, no sólo para ellas sino además para las familias, tanto de víctimas como de agresores
No olvidemos, aclara Antony, que las mujeres constituyen un grupo vulnerable debido el rol cultural que la sociedad patriarcal les ha impuesto a través de los siglos.
"La cultura patriarcal la define como un ser dependiente, incapaz, sumisa, madre y procreadora de los hijos. La autoridad del hombre no se discute, su supremacía es absoluta y se obedece sus órdenes cualesquiera que éstas sean", precisa.
A las mujeres les resulta difícil denunciar a quienes creen amar y a quienes generalmente es el padre de sus hijos.
ESTADISTICAS
Esta falta de protección tiene fatales consecuencias. Estadísticas del Instituto de la Mujer, destacan que en siete años (2000 al 2007) han sido asesinadas 252 mujeres, muertes producidas por personas cercanas en un 79%).
En el primer trimestre de este año, ya se contabilizan 10 mujeres asesinadas.
En el año 2007 el Centro de denuncias del Ministerio Público recibió 1.257 denuncias por Violencia intrafamiliar. A Marzo del 2008 van ya 283 denuncias. Estadísticas de los Juzgados de Circuito Penal indican que de las 3.371 denuncias recibidas en el año 2006, solo el 4.6% recibió sentencia condenatoria.
El resto de las denuncias se archivaron como desistimientos y sobreseimientos provisionales o definitivos.