José Luis Meléndez tiene 12 años y padece una enfermedad terminal que lo mantiene en una silla de ruedas, pero su deseo de vivir ha inspirado a su madre, maestra y a una trabajadora social del IPHE a luchar para darle a este niño una vivienda digna durante el tiempo que le quede de vida.
Este jueves, la maestra Anita Samuel, de educación especial de la Escuela Berta Elida Fernández de Chame, explicó que este niño padece una enfermedad que va poco a poco deteriorando su salud, que ya le ha provocado manchas en la piel y debilidad en su cuerpo.
La maestra Samuel acudió al Consejo Municipal de Chame, en compañía de la madre del menor y la trabajadora social, a fin de solicitar apoyo para la construcción de una nueva casa para Luisito, ya que los médicos así lo han recomendado para evitar cualquier bacteria o virus que compliquen su salud.
Dentro de esa vivienda se recomienda que Luisito tenga un cuarto debidamente equipado con un aire acondicionado, y en el lugar donde él está viviendo actualmente, no cuenta con estos requisitos, pues su madre solo cuenta con el respaldo de sus dos hijos y algunos vecinos que la ayudan.
Afortunadamente, la respuesta obtenida por parte del Concejo fue positiva porque los representantes de corregimiento en pleno, en un gesto solidario, en conjunto con el alcalde Euclides Mayorga decidieron apoyar a Luisito en la construcción de la casa, dando cada uno su aporte para hacer realidad su sueño.
El comisionado Marco Antonio Córboda, jefe de la zona de Policía de Panamá Oeste, se comprometió a dar su granito de arena con la mano de obra para la construcción de la vivienda, cuyo lote ya había sido donado por la Alcaldía.
Itza Martínez dijo que el recurso a su casa lo llevan sus otros dos hijos de 18 y 21 años que trabajan construcción, pero eso no es suficiente para comprar los medicamentos que necesita Lusito para poder vivir, al igual que debe tener una buena alimentación y vitaminas al día. Su preocupación es mayor cuando a Luisito le tocan sus citas, ya que tiene que trasladarse desde Chame hasta Panamá con el niño en brazos porque los taxis y buses no la quieren llevar con la silla de ruedas.