C uándo y por qué se consideró que las aportaciones de los cooperativistas debían pasar de Capital Social a Capital de Riesgo y qué ventajas y desventajas pudiera ocasionar tal medida. Buscamos las respuestas a estas interrogantes en alguien versado en la materia. Acudimos al licenciado Jacinto J. Villarreal, gerente general de COFEP, R.L., entidad nacional que se dedica a brindar asistencia técnica a las cooperativas de ahorro y crédito, con el apoyo del Consejo Mundial de Cooperativas (WOCCU, por sus siglas en inglés).
Por sus vastos conocimientos y su facilidad para hacerse comprender, nos brindó casi un seminario con respecto al tema, que por falta de espacio y por lo que pudimos comprender, brindamos algo, muy sintetizadamente a nuestros lectores.
Desde hace varios años, nos dijo el Licdo. Villarreal, se venía analizando el tema; primero buscando la estructura ideal de captaciones y luego mediante el análisis de la NIIF 32 (lo que era antes la NIC), debido a que las aportaciones son redimibles, es decir, que se pueden retirar en un momento dado, no constituían un Capital de Riesgo.
En ese sentido, la WOCCU considera que mientras las cooperativas ofrezcan más productos de ahorros, con tasas competitivas, la importancia de las aportaciones se reduce.
En noviembre de 2001, el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB por sus siglas en inglés) solicita la opinión de WOCCU sobre el particular y en respuesta ésta detalló las prácticas de los movimientos cooperativos en muchos países del mundo, incluyendo, por supuesto, a los Estados Unidos de Norteamérica, Irlanda, Australia y de Europa Occidental, que clasifican las aportaciones de sus asociados como Pasivo. Señaló que países en América, como Ecuador, gravan las aportaciones y no se permite el retiro de las mismas si el índice de Patrimonio sobre Activos de la cooperativa está por debajo de un límite determinado. A partir de ese año la IASB exige que se clasifiquen las aportaciones en Pasivos, no en Patrimonio. Aún cuando se han realizado modificaciones adicionales a la NIC 32, se promueve el desarrollo de la norma.
La próxima semana, si Dios nos lo permite, continuaremos con este importante tema.