A pesar de que el precio de la gasolina ha bajado en los últimos días, ya son muchas las quejas de los consumidores ante la actitud negativa de varias gasolineras de no abaratar los costos, con el argumento de que no hay combustible disponible.
Tal es el caso de la Estación Shell de Paraíso, en donde decenas de conductores se encontraron que los despachadores les decían que falta gasolina y diesel. Igual, el precio del combustible no ha cambiado en tres semanas.
La excusa: que se compró reservas para varios meses, que las distribuidores determinan cuando baja el combustible y que hay libre oferta y demanda.
Uno se pregunta: �Quien defiende los derechos del consumidor? �Y dónde está la CLICAC y el Ente Regulador para detener el abuso de los distribuidores de gasolina en contra del pueblo?
Esta situación de engaños y abusos en contra de los ciudadanos se repite también en el tema de la energía eléctrica y la telefonía regular. No hay forma de hacer que las empresas transnacionales que brindan servicios públicos respeten a los consumidores.
Ante esto, un grupo de panameños ha presentado ante la Asamblea Legislativa la inclusión de un capítulo en las reformas constitucionales que dictamine el derecho de los consumidores a un trato justo.
Pedro Acosta, vocero de los consumidores panameños, destacó en que Brasil, Argentina y Chile hay normas estipuladas en las Cartas Magnas de esos países para regular la relación entre empresas y los usuarios. Se supone que el Estado panameño deben proteger a sus ciudadanos, pero parece que las autoridades sólo escuchan lo que dicen los poderosos emporios comerciales, antes que el clamor popular.
Alto al abuso y si a la propuesta constitucional que defienda al consumidor.