Al menos 35 personas han muerto y más de mil se encuentran desaparecidas a causa de las fuertes lluvias e inundaciones registradas en los últimos días en el noreste de Brasil, en tanto más de 100, 000 han tenido que abandonar sus hogares.
Hasta el momento, las lluvias han destruido unas 40,000 casas, además de puentes, carreteras y vías férreas de 22 municipios estatales, según el Gobernador.
El presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que habilitará fondos para asistir a las víctimas de las lluvias y se comprometió a actuar con la "misma rapidez" que en el estado de Río de Janeiro, donde el pasado mes de abril más de 200 personas perecieron, también debido a un fuerte temporal.