Unas 16 familias de la barraca 22-23, ubicada en la calle 13 Río Abajo, amanecieron ayer anegados de agua y 'pupú' dentro de sus cuartos, pasillos y en la parte exterior del inmueble condenado.
El fuerte aguacero que cayó sobre la ciudad a eso de las 11 de la noche del lunes provocó inundación y la obstrucción del alcantarillado por la acumulación de basura.
A la entrada de la barraca había una "piscina" de agua negra, en tanto cuadrillas del Ministerio de Obras Públicas y del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) realizaban trabajos de limpieza para liberar los drenajes de la basura.
Residuos de botella, cartón, cartucho y cuanto desperdicios eran extraídos de la alcantarilla.
Al parecer la falta de conciencia de la población de arrojar la basura en cualquier esquina, le costó un mal rato y convivir por varias horas respirando un olor fétido e inundados por aguas servidas.
Marcela Rivera, una de las afectadas y quien tienen más de 15 años de vivir en el inmueble, culpó al igual que sus vecinos al Ministerio de Obras Públicas (MOP) de su desgracia, al sustentar que desde que elevaron el nivel de la calle principal nunca antes se había inundado.
En tanto, Javier Ortega, representante de corregimiento de Río Abajo, lamentó que los vecinos no cooperen con el aseo y ornato dentro de su área de convivencia.
Lamentó que algunas asuman que sinónimo de pobre sea ser "cochino".