Portugal certificó su pase a los octavos de final del Mundial y expulsó a Irán con una victoria por 2-0 en un partido en el que la solvencia del centro del campo luso y la movilidad de sus hombres de ataque bastaron derrotar a un decepcionante equipo iraní.
Un gol desde fuera del área de Deco y otro de penalti, convertido por Cristiano Ronaldo tras un derribo a Luis Figo, sirvieron para acabar con una selección de Irán sin apenas mordiente ofensiva.
Mucho se había hablado en los días previos al Mundial del avance del fútbol iraní y de que podía convertirse en una de las sorpresas de torneo, pero ni ayer ante Portugal ni en la primera jornada ante México exhibió el fútbol que aventuraban sus técnicos. Quizá los problemas físicos de sus estrellas tengan algo de culpa.
Portugal se hizo pronto con el mando del encuentro, asedió el área rival y aunque sus ocasiones de gol no fueron muy claras, al cuarto de hora el guardameta Mirzapour se vio obligado a sacar un mano extraordinaria ante un disparo de Deco dentro del área.