Panamá incumple los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas, revela un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, divulgado ayer.
"El Gobierno de Panamá no cumple plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas", destaca el informe.
Entre las fallas se encuentran los "débiles" controles fronterizos, lo que hace que Panamá sea un "punto de tránsito fácil para las personas tratadas", dice el informe.
La mayoría de las víctimas lo son para el comercio sexual dentro de Panamá, aunque señala que algunas panameñas son enviadas por las redes del tráfico a Jamaica, Europa e Israel para la explotación sexual.
La mayoría de las víctimas extranjeras de la trata sexual son mujeres adultas provenientes de Colombia, República Dominicana y países vecinos, según el informe.
Además se destaca que organizaciones no gubernamentales informan que niñas y jóvenes son traficadas para la servidumbre doméstica. Las agencias gubernamentales indican que niñas indígenas podrían ser traficadas por sus padres para la prostitución en la provincia de Darién.
El documento también reconoce que Panamá ha registrado avances significativos como un paquete de reformas legislativas para fortalecer las leyes contra la trata de personas y aumentó sus esfuerzos de prevención. El Gobierno panameño también reformó su ley de visas para dificultar el tráfico de personas.
En apoyo a los esfuerzos de Panamá, Estados Unidos donó computadoras, impresoras láser, baterías y programas de software de un valor de aproximadamente $40, 000, con el fin de ayudar a los fiscales panameños a hacer un trabajo más eficiente y ágil.
Se destaca que en septiembre de 2008, el Gobierno empezó a investigar el caso de una posible actividad de trata laboral, en el que 52 trabajadores panameños fueron trasladados a Laurel, Mississippi, para trabajar en una instalación de fabricación de transformadores.