El presidente de EE.UU., George W. Bush, dijo que irá personalmente al Senado a intentar revivir la reforma migratoria, que a su juicio aún puede ser aprobada, pese al reciente revés sufrido en esa cámara.
"Iré al Senado para hablar sobre cómo se puede impulsar ese proyecto de ley", prometió Bush, que arribó a Washington tras una gira de ocho días por Europa.
Bush expresó frustración debido a que la falta de apoyo, mayoritariamente de miembros de su propio partido, forzó el retiro del proyecto.
El proyecto fue retirado de agenda el jueves por el senador Harry Reid, líder de la mayoría demócrata, debido a que la consulta para terminar el debate y pasar a la votación recibió solo 45 de los 60 votos que necesitaba.
Reid ha dicho que dos semanas de debates eran suficiente en un Senado que tenía por delante la reforma energética, la permanencia en el cargo del secretario de Justicia Alberto Gonzales y la guerra en Irak.
"Creo que lo podemos hacer", dijo Bush sobre la reforma migratoria hablando el lunes en Sofía, Bulgaria. "Nos vemos en la firma de la ley", agregó.
Bush irá al Capitolio luego que Reid le atribuyera una "gran responsabilidad por el fracaso" de la semana pasada, aduciendo que, como líder del Partido Republicano, no hizo una buena gestión entre los legisladores de su partido.