Mientras se continúa en la espera de la consagración de LeBron James como el nuevo Michael Jordan de la NBA, los Spurs de San Antonio, no han perdido el tiempo y tienen ventaja de 2-0 en la final, que los coloca a medio camino de su cuarto título de liga y, por lo tanto, de establecerse como nueva dinastía.
Los Spurs, más centrados que en su primer partido en el apartado ofensivo, no sólo ganaron por 103-92 sino que confirman que desde 1999, son el mejor equipo que hay en la NBA y no serán los Cavaliers de Cleveland, los que le impidirán conseguir un nuevo título, y el honor de ser la cuarta dinastía en la historia de la NBA.
Los Cavaliers son conscientes que no han jugado bien, durante los dos primeros partidos de las Finales, pero también les sucedió lo mismo ante los Pistons de Detroit en las pasadas finales de la Conferencia Este: empezaron con desventaja de 0-2 y las terminaron como campeones por 4-2.
DIFICIL DE ALCANZAR
Para el equipo de San Antonio, los Cavaliers no serán el obstáculo que les impida reecontrarse con el título de campeones de la NBA y y van por otro triunfo.