Todo deportista que sea sancionado por dopaje con una suspensión superior a los seis meses será declarado por el COI "no elegible" para competir en Juegos Olímpicos durante un periodo de cuatro años.
La decisión aprobada ayer en Atenas por la Ejecutiva del COI "es la medida más restrictiva tomada nunca" por el organismo en materia de dopaje, según su portavoz, Giselle Davies.
La norma entrará en vigor el próximo 1 de julio y, por tanto, si un deportista es sancionado por dopaje en los Juegos de Pekín, automáticamente quedará descalificado para participar en los de Londres 2012.