"Que se castigue con la pena máxima porque lo que hizo no tiene perdón". El deseo salió de lo más hondo de los corazones de la familia de la maestra Silvia Godoy.
Ayer, miércoles, en medio de mucho dolor y tristeza por la irreparable pérdida de la maestra de 21 años, los familiares exigieron a las autoridades-durante en las honras fúnebres-que esta muerte no quede impune.
Alejandrino Rodríguez debe pagar con la pena máxima por haber matado a la maestra del pueblo, decían.
Alegaron que no conciben que las autoridades digan que Rodríguez está enfermo y no lo manden a la cárcel, como debe de ser.
Durante el sepelio que se realizó en el cementerio de Guarumal, en el distrito de Soná, Veraguas, los padres de la maestra que murió de un tiro de escopeta y tres puñaladas, recordaron que su hija, al terminar sus estudios secundarios, quería ingresar a la carrera de enfermería, pero por falta de recursos económicos, se decidió por estudiar magisterio.
Cientos de educadores de toda la provincia se concentraron en el poblado de Guarumal para despedir a la maestra Godoy, quien en vida demostró ser una docente abnegada y con vocación. Sus niños la adoraban.
Quien la mató, fue capturado.
LUZ APAGADA
Era muy querida en la comunidad donde llegó con entusiasmo y planes de sembrar valores y rescatar los que había en el poblado. El día de su asesinato, ella estaba con una de sus niñas después del término de la jornada escolar. Herida de muerte, pedía que la llevaran al médico porque no quería morir.