Cualquiera puede caerse en el hogar, pero a pesar de ello, el riesgo es mayor en las personas de edad avanzada.
Según el arquitecto David Samudio, no hay ningún diseño que esté llevando a una decisión de aceptar que una casa normal o tradicional debe ser rehabilitada para que viva un adulto mayor. Sin embargo, la arquitectura y la decoración está normada para que un adulto mayor acompañado de algún tipo de aparato debe tener entre 90 centímetros a 1 metro entre objetos para realizar la misma acción. Cuando las edificaciones ya están hechas, es más costoso o a veces imposible modificarlas.
El factor dominante sobre las actividades que pueda realizar el adulto mayor por sí solo dentro de su vivienda (casa o apartamento), ésta regido por su bastón, andadera o silla de ruedas y la facilidad o comodidad con la que éste pueda movilizarse de un lugar a otro sin ayuda, comenta Samudio.
Lo principal que se debe observar en la arquitectura pensada para facilitar la vida de un adulto mayor radica en la altura del mobiliario fijo (sanitarios, ventanas, muebles de cocina, perillas), y distancias entre paredes (ancho de puertas, pasillos, baños ), para que no limiten la movilización, explicó el arquitecto David Samudio.
LA ENTRADA Y LOS PASILLOS
El acceso a la vivienda debe estar totalmente liberado de escalones, y en su lugar, estar provistas de rampas que tengan una inclinación no mayor de 6% de declive, para evitar la bajada a velocidades muy bruscas o que tenga que hacer un esfuerzo excesivo para poder subirla. Esto se da en razón de eliminar la posibilidad de accidentes, ya que el senescente puede precipitarse y sufrir un accidente.
Con esta inclinación, el adulto puede tratar de detener una caída fácilmente, ayudado de un pasamano, el cual cumple la función de apoyo al bajar y subir, por lo que nunca debe faltar en estas rampas.